Sobre el Amor y la Forma del Cuerpo

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 ¿Y si el amor tuviera peso?
¡Si! peso físico, fibra, músculo.

Imaginemos…

¿Qué forma tendrían las personas?

¿Serían redondas, cuadradas o rectangulares?

¿Los cuerpos serian fuertes, duros, angulosos o frágiles, esponjosos y con formas

redondeadas?

¿Cómo se desarrollaría el cuerpo para ser armónico?

¿Serían más voluminosos los que sienten amor, a diferencia de quien no lo siente?

Y si ese es el caso ¿serían más atractivos? Qué ironía.

¿Qué parte del cuerpo desarrollaría: el amor propio, el de madre, el del hijo, el de la pareja, el de amante, el del amigo, el amor por la humanidad?

¿Cómo serían los gimnasios y sus rutinas de ejercicios para desarrollar los músculos, con la carga de amor que tiene cada persona? 

Cortesía de Pixabay

¡Buena pregunta!

¿Cambiarían los estándares de belleza corporal?

¿Cuál forma de cuerpo atraería las miradas?

Y cuando el amor se transforma, ¿se reflejaría en el cuerpo?

¿Qué pasaría con esos amores secretos, dejarían de serlo? 

Porque en la distancia se notaría los cambios en el cuerpo.

Pienso que no harían falta los tatuajes, porque cada músculo llevaría impreso dentro de sí, la clase de amor que siente.

¿Y qué pasaría cuando dejas de amar a una persona?

¿Se notaria de inmediato? 

¿El músculo, se volvería flácido y sin fuerza? 

¡Interesante pregunta!

Tendríamos que cambiar las rutinas amorosas para hacerlo fuerte otra vez.

 ¡Buen trabajo para el entrenador!

Aumentarían las cantidades de besos, abrazos y buenos tratos.

Y la piel… ¿Seria más suave y tersa en los que ama?

¡Enhorabuena, tenemos indicios sobre el peso del amor en el cuerpo!

Cortesía de Pixabay

El amor del bebé por su madre o el amor de la madre por el recién nacido lo hace tener formas redondeadas, con músculos esponjosos como el algodón y piel suave al tacto. No tienen necesidad de decir que aman a su madre o viceversa porque su cuerpo lo refleja.

En fin tantas preguntas que hacer si el amor tuviera peso...

Escrito por Josefina Ávila - Chepina